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Netflix retira los subtítulos de ‘Roma’ en español peninsular

En la plataforma ‘online’ ya solo están disponibles los subtítulos en «español latinoamericano». Los cines Verdi mantienen la polémica traducción «porque facilita la comprensión».

Desde que a principios de esta semana saltó la polémica, Netflix no había querido pronunciarse. Ni en español peninsular, ni en cualquier otra variante del idioma. Tampoco en inglés. Sin embargo, ha respondido con una acción: la compañía ha retirado de su plataforma la opción de los subtítulos de la película Roma, de Alfonso Cuarón, que traducían el español de México al de España y que habían generado dudas y críticas, además de la indignación del propio director del filme.  “Es parroquial, ignorante y ofensivo para los propios españoles”, declaró Cuarón a EL PAÍS.

Ahora, está solo disponible la posibilidad de ver Roma en versión original pura únicamente online, o con rótulos que la compañía llama en «español latinoamericano». Es decir, que reflejan literalmente lo que se dice en la pantalla. Los subtítulos desaparecidos convertían “enojarse” en “enfadarse” u “orilla” en “borde”, entre otros ejemplos.

En los cines Verdi de Madrid y Barcelona Roma continuará incluyendo los subtítulos traducidos, que tanto debate han generado. “Solo queríamos que la mayoría de público fuera capaz de entender la película, y por eso siempre optamos por la versión original. En absoluto pretendemos difuminarla o taparla”, relataba ayer a este diario Sergio Morera, del equipo de Comunicación, Programación y Marketing de los cines Verdi. «Desde el inicio entendimos que la versión con subtítulos en castellano era la que facilitaba más la comprensión para nuestros espectadores, así que continuaremos con ella en nuestros cines”, ha agregado un portavoz a la agencia Europa Press. La película mantiene en todas sus versiones los subtítulos para las conversaciones en mixteco.

Queda, eso sí, el silencio sobre la decisión original de Netflix. Tras publicar este miércoles la primera noticia que abrió el debate y la polémica, EL PAÍS preguntó varias veces a la compañía por qué elaboró esos subtítulos para Roma, pero la empresa nunca contestó. Esta mañana, al fin, el departamento de comunicación contactó con este diario para señalar que Netflix iba a «ajustar» los subtítulos para acercarlos más al español de México, sin ofrecer más detalles. Poco después, los rótulos en español peninsular desaparecieron de la plataforma.

La opción de los subtítulos traducidos no es habitual en la plataforma. La gran mayoría de sus producciones españolas y latinoamericanas ofrece la posibilidad de ver rótulos, pero estos se limitan a transcribir lo que los personajes están diciendo. Soltera codiciada, una comedia taquillera de Perú, es una de las obras que sigue el mismo modelo de Roma. De hecho, en este caso no ha habido retirada. El filme sigue ofreciendo, de momento, subtítulos traducidos: cuando un personaje grita “¡aguarda!” el rótulo reza “¡espera!”.

“Es parroquial, ignorante y ofensivo para los propios españoles”, explicó Cuarón a EL PAÍS el martes, respecto a los subtítulos adaptados. “Algo de lo que más disfruto es del color y la textura de otros acentos. Es como si Almodóvar necesitara ser subtitulado”, añadió. Mucho antes, el 16 de diciembre, el escritor mexicano afincado en Barcelona Jordi Soler había abierto la caja de Pandora. “Roma está subtitulada en español peninsular, lo cual es paternalista, ofensivo y profundamente provinciano”, escribió en Twitter, tras asistir al estreno del filme en salas.

«Gansito» por «ganchitos»

Soler ponía ejemplos, como convertir “ustedes” en “vosotros”, o “mamá (el colmo del ridículo) en madre”. La gota que colmó su vaso fue el “gansito” que pide uno de los niños en la película. En México, es la marca de un pastelito de chocolate. Pero la traducción escrita lo transformó en “ganchitos”. En España, eso es un aperitivo con olor a queso y color anaranjado. El mensaje del escritor recibió tanto apoyos como críticas de usuarios que agradecían la presencia de los subtítulos y explicaban que a menudo los echan de menos incluso para filmes y series de otro país hispanohablante.

El académico de la RAE Pedro Álvarez de Miranda también había criticado la situación tras ver la película: «Oyes una cosa que entiendes perfectamente, pero lees otra diferente. Me parece incluso una falta de confianza en los espectadores y su capacidad de comprensión”, dijo. El filólogo considera «sorprendentes e innecesarios» los subtítulos en español, que además han supuesto «una pérdida de tiempo y dinero» para los responsables de la distribución de la cinta.

«No se trata tampoco de poner el grito en el cielo, porque no es para tanto, pero sí que alguien tendría que decir a los distribuidores que en cierto modo están perdiendo el tiempo y el dinero subtitulando una cosa que ya estamos entendiendo y que podría ser chocante fuera de España, en otros países hispanohablantes», señaló el académico en declaraciones a Europa Press.

En cualquier caso, el académico no se mostró «muy partidario de las quejas» e insistió en la idea de «no poner el grito en el cielo» con este asunto. «Simplemente recordar que no es necesario, nunca lo ha sido, y desde luego la asociación de academias insistimos en que es un gran beneficio mutuo la unidad de la lengua española, por encima de la diversidad», concluyó.

En México, Roma se proyecta en los cines sin subtítulos (excepto las partes en mixteco). Estos se reservan para la producción estadounidense, sobre todo. 

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