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La dramaturgia española femenina se expande en inglés

Paloma Pedrero y Denise Despeyroux son cabeza de cartel en un ciclo que busca visibilizar a las creadoras en el gran escaparate londinense

El Cervantes Theatre, el exclusivo escenario londinense dedicado en exclusiva a la dramaturgia hispana, inaugura esta semana una nueva temporada en la que las protagonistas serán mujeres: autoras, directoras, traductoras y actrices. “Queremos dar visibilidad a una variedad muy amplia de voces, estilos y temáticas, a la riqueza de nuestras autoras en el escaparte de Londres”, resume la cofundadora de este espacio en la ribera sur del Támesis, Paula Paz, sobre el ciclo que arranca con una obra de la muy reclamada dramaturga Denise Despeyroux y en el que brilla también el nombre consagrado de Paloma Pedrero acompañando a otras firmas emergentes.

Siete autoras, seis directoras y cinco traductoras, cuyos trabajos sirven una veintena de actrices, son los pilares de esta iniciativa que combina montajes teatrales con lecturas dramatizadas (arropadas por escenografía, vestuario y sonido). Y en doble versión española e inglesa, como siempre en el Cervantes. Desde este animado rincón del barrio de Southwark, Paz esgrime como revulsivo “la falta de espacio para las creadoras en la industria británica”, a menudo relegadas por los grandes teatros a sus salas pequeñas o alternativas.

La exbailarina y directora asociada del Cervantes Theatre detecta mayores avances en el panorama teatral español, o al menos “una fuerza de empuje y de cambio” contextualizada en la enorme movilización de las protestas feministas del 8-M, que sorprende a sus colegas británicas. “Pero a la hora de internacionalizar a nuestras autoras, todavía hay mucho camino por hacer”, matiza Paz sobre la labor de orfebre que implica en su teatro –con el sostén del organismo Acción Cultural Española- traducir y editar las obras representadas para que “lleguen a las mesas de decisión anglosajonas”.

Despeyroux se muestra algo recelosa a la hora de exaltar el terreno conquistado por las mujeres del teatro en español. “Sí que hay una mayor sensibilización, pero también ocurre ese discurso de ‘éstán aquí porque son mujeres, ahora les toca”, en cuanto reciben un premio o son consideradas para puestos de poder. “Siempre estamos bajo sospecha. ¿Por qué el talento no está igualado?”, se pregunta esta autora, directora y actriz que, a pesar de su éxito como una de las voces más singulares de la dramaturgia actual, asegura que los vientos no corrieron a favor de las de su generación (tienen 44 años) porque “hasta hace muy poco, los hombres ocupaban las portadas y las carteleras. Había mujeres, pero no eran visibles”.

La puesta en escena en el Cervantes de su pieza La Realidad desdobla en el papel de unas gemelas antitéticas (y tanto en español como en inglés) a la joven actriz Maite Jáuregui, convencida de que “España está a la cabeza de esta especie de revolución femenina”, aunque todavía quede trecho por hacer. Nacida en Los Ángeles y criada en Madrid, esta intérprete bilingüe de series televisivas españolas o funciones teatrales británicas sólo ha sido dirigida una vez por una mujer, aduce que en el sector de las artes visuales hay menos personajes para ellas (“y muchas más actrices que actores en paro”) y reclama “que se equilibre la balanza”.

“El poder en el teatro sigue siendo mayoritariamente de los hombres. No sólo hay un sistema patriarcal, sino que tiene gustos patriarcales en los cultural y lo artístico”, asiente Paloma Pedrero, la dramaturga española más representada de las últimas décadas contra el viento y marea de los duros inicios (“me dieron muchos palos”). Cartel estelar del Cervantes con su obra Los ojos de la noche, reconoce el cambio operado desde aquellos ochenta del pasado siglo en los que apenas había autoras y la posibilidad de estrenar les era casi nula. Hoy ya encabezan más del 30% de los estrenos, “y en el teatro la mujer ha dado un salto más grande que en el cine o la música”, reconoce, “pero todavía no estamos en territorio igualado”. Pesa en su reivindicación que la dirección de los teatros nacionales españoles recaiga al completo en titularidad masculina.

La nueva programación del teatro que ejerce de pica española en Londres se titula Ellas toman la palabra. ¿Qué aportan las autoras a la dramatugia? A Despeyroux le parece revelador que nunca se les plantee esa pregunta sobre “una mirada común” a sus colegas hombres, pero Pedrero brinda una respuesta taxativa: “Las autoras aportan otro ser, y esos valores de la mujer tienen que estar en el arte… y en la vida”.

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