Los técnicos certifican el deterioro de unas vigas de la catedral de Valencia pero sin riesgo de derrumbe

La Generalitat y el Arzobispado acuerdan un plan para intervenir en el monumento tras el desencuentro entre ambas instituciones por un proyecto de la iglesia no autorizado

Algunas vigas están deterioradas, pero no hay un riesgo inminente de derrumbe. Hubiera sido una temeridad que la catedral de Valencia (Bien de Interés Cultural) hubiera permanecido abierta si las vigas de su fachada de la Arcada Nova, que datan algunas del siglo XIV, corrieran el riesgo de un colapso. Los técnicos enviados por la dirección general de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana esta mañana han certificado el deterioro pero no que haya peligro inminente de desplome. Los técnicos han realizado «una primera valoración visual del estado de la Arcada Nova, tras tener conocimiento de un posible riesgo de colapso de la misma a través de los medios de comunicación», apunta la nota de prensa remitida por el departamento. Los técnicos han constatado la existencia del deterioro de algunas vigas del techo «que han de ser reparadas con celeridad», añade.

Las recientes informaciones sobre el estado de la catedral han coincidido con el inicio del juicio por presunta malversación, prevaricación y fraude en la organización de la visita a Valencia del papa Benedicto XVI en 2006. Representantes del Arzobispado, que formaba parte de la fundación organizadora, han ido a declarar hoy. Ayer lo hizo el exconsejero y exdirector de la Policía Nacional, Juan Cotino.

Además, los representantes de Cultura y del cabildo han mantenido una reunión en la que se ha trazado un plan de actuación tanto para resolver los problemas puntuales de la techumbre de la Loggia, como para acelerar la resolución de los proyectos presentados en la administración pendientes de autorización.

De esta forma, se intenta cerrar el desencuentro entre el Arzobispado y la Consejería de Cultura a cuenta del proyecto de intervención del primero para la catedral. Según la iglesia, fue presentado a la Consejería de Cultura en 2014 y esta nunca le dio autorización. Desde Patrimonio se incide en que al proyecto le faltaban mucha documentación e informes, exigidos a cualquier intervención en un BIC.

En este sentido, la nota apunta: «En la misma reunión también se ha puesto de manifiesto por parte de la administración autonómica la necesidad de que el Cabildo complemente los proyectos que hay pendientes con informes que tengan en cuenta valores arqueológicos, históricos, arquitectónicos y artísticos, tal y como se establece en el artículo 35.4 de la Ley 4/1998 de Patrimonio Cultural Valenciano y que en reiteradas ocasiones se ha solicitado tanto por vía escrita como en reuniones presenciales».

En la reunión de las dos técnicas de patrimonio y el subdirector general de Patrimonio y Museos, Antonio Bravo, con el conservador del patrimonio artístico del Cabildo, Jaime Sancho, el canónigo fabriquero Ramón Fita y el canónigo archivero Vicent Pons, se ha acordado que se presentará una memoria valorada para realizar la reparación de las vigas de la Arcada Nova de «la Seu», como se llama habitualmente en Valencia. La dirección general de Cultura y Patrimonio se ha comprometido a analizar con diligencia este documento para que las obras se puedan acometer lo antes posible. Así mismo, se ha ofrecido la colaboración de los técnicos de patrimonio para la redacción de dicha memoria valorada.

10 años de proyectos

Cultura y Patrimonio «ha autorizado en los últimos años 10 proyectos relacionados con la Catedral de Valencia que han sido presentados con sus correspondientes informes justificativos. Así, ha quedado patente que la Generalitat no bloquea ningún proyecto sino que está a la espera de la documentación necesaria para tomar una decisión fundamentada», reitera la nota.

El equipo técnico desplazado hasta la Catedral ha aprovechado la visita para valorar nuevamente el estado de la capilla Relicario, supuestamente afectado por filtración de agua de lluvia. Acompañados por los responsables del Cabildo, han constatado que las goteras no han causado daños estructurales y ambas partes han consensuado la necesidad de presentar otra memoria valorada como paso previo a la autorización de las obras para reparar las filtraciones. En Patrimonio se espera este documento desde enero de este mismo año, cuando se envió a la Catedral un requerimiento oficial.