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Xi Jinping sella en Roma acuerdos sobre turismo, comercio y banca

Italia será desde hoy el primer país del G-7 en la Ruta de la Seda

El presidente de China, Xi Jinping, llegó el jueves a Italia con un impresionante séquito y una larga delegación empresarial dispuesto a poner su pica en Roma. La estrella de los acuerdos es el memorando de entendimiento para que Italia forme parte de la nueva Ruta de la Seda china (Belt and Road Initiative, BRI). Un proyecto de infraestructuras ferroviarias y marítimas para conectar Europa, Oriente Medio y Asia que se firmará hoy y que convertirá a Italia en el primer país del G-7 en integrar la red. A ello se han sumado 29 acuerdos de colaboración en ámbitos tan dispares como el turismo, la banca o el comercio que buscan asentar una relación que suscita grandes recelos en Bruselas.

La última visita de un mandatario chino a Italia fue la de Hu Jintao, hace diez años, para asistir al G-8 en L’Aquila. Italia, en plena recesión técnica y con una necesidad imperiosa de encontrar nuevas vías de financiación e inversión, ha hecho oídos sordos a las advertencias de sus socios. Incluso el presidente de la República, Sergio Mattarella, un hombre siempre cauto y alineado con los intereses de la Unión Europea, ha remado esta vez a favor del acuerdo y ayer se reunió durante 25 minutos con Xi. “La Ruta de la Seda tiene una doble dirección”, insistió Mattarella.

El vicepresidente del Gobierno italiano y líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Luigi Di Maio, abundó en los parabienes oficiales y aseguró que “la firma del memorando de entendimiento de la Ruta de la Seda y las relaciones comerciales que nacerán entonces ayudarán a crear más puestos de trabajo y nuevas empresas”. El nuevo maná.

Las condiciones de los tratos comerciales y de infraestructuras son bastante vagos. Pero en los foros de negocios que ayer se celebraron en toda Roma —y que provocaron un colapso de facto de la ciudad ante el despliegue de seguridad— destaca el alcanzado entre el Ministerio de Políticas Agrícolas de Italia y el gigante de compras por Internet Alibaba, que permitirá llevar a China naranjas de Sicilia. El presidente chino, por cierto, viajará hoy a Palermo para tratar este y otros asuntos relacionados con los puertos. China ya tiene una fuerte implantación en los puertos europeos a través de Grecia desde la crisis del euro.

Asimismo, Pekín ofrece nuevas vías de financiación a las autoridades italianas, un alivio cuando la deuda pública ronda el 130% del PIB. El vicepresidente del Banco de China, Lin Jingzhen, confirmó también que la empresa pública italiana Caja de Depósitos y Préstamos (CDP) “podrá obtener capital” a través de los denominados bonos panda”, títulos referenciados en yuanes lanzados por compañías internacionales en el mercado de deuda chino.

Una de las vertientes que más preocupa a los socios comunitarios y a EE UU es que el acuerdo se alce, entre otras cosas, como caballo de Troya para la posible entrada de Huawei —la empresa china de tecnología móvil y de redes— en la infraestructura de telecomunicaciones italiana. El Gobierno italiano sostiene que, por ahora, no se plantean dar entrada a Huawei en el desarrollo de las redes 5G pero destacados directivos de la compañía acompañan a Xi en su viaje.

Para intentar calmar las aguas, el presidente chino continúa mañana su viaje a Mónaco y Francia, donde el presidente francés, Emmanuel Macron, ha organizado una cumbre con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk y la canciller alemana, Angela Merkel.

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