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Trump y Macron rinden homenaje en Francia a los soldados muertos en el desembarco de Normandía

El presidente estadounidense y su homólogo francés conmemoran la hazaña bélica que forjó un orden mundial que está hoy en crisis

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, conmemoraron este jueves el 75 aniversario del desembarco en Normandía, gesta inaugural de la alianza transatlántica y de un orden internacional hoy en crisis. Trump y Macron pronunciaron sendos discursos en el cementerio americano de Colleville-sur-mer, junto a las playas donde el 6 de junio desembarcaron las tropas estadounidenses y donde comenzó la liberación de Europa occidental del yugo nazi.

“Sabemos lo que os debemos, veteranos: nuestra libertad. En nombre de mi nación, quiero deciros gracias”, afirmó Macron en inglés, lo que puso en pie a una mayoría de las 12.000 personas que le escuchaban. El discurso del presidente francés giró en torno a lo que él llamó “la promesa de Normandía” un pacto no escrito entre los países democráticos que, en su opinión, no debe perecer. “Nunca podemos dejar de perpetuar la alianza de los pueblos libres”, dijo, antes de argumentar que tanto la ONU, como la OTAN y la Unión Europea derivan de aquel momento

“Nuestro vínculo es irrompible”, corroboró Trump. Pero su discurso fue más patriótico y militar, con menciones emotivas a episodios heroicos del desembarco y poco espacio para el mensaje político o la interpretación histórica explícita. Si, para Macron, Normandía está en el origen del orden internacional y de las alianzas democráticas de la posguerra, para Trump es una prueba del carácter excepcional de EE UU y el origen de su expansión y poder —científico, económico, militar— en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. “Hoy América es más fuerte que nunca”, sentenció.

La conmemoración, que comenzó el miércoles con una ceremonia internacional en Portsmouth (Reino Unido), se desarrolla este año en un clima enrarecido. Las diferencias entre los Estados Unidos de Trump y la Europa que representa Macron se extienden a la lectura que ambos dan al Día D. Aquel día, unos 150.000 estadounidenses, británicos, canadienses y hombres de otras nacionalidades, bajo el mando del general Dwight Eisenhower, asaltaron las playas de la Francia ocupada. Unido al ímprobo esfuerzo bélico de la Unión Soviética en el frente oriental, supuso el inicio del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Macron ve en el desembarco en Normandía la piedra fundacional del multilateralismo y el orden liberal que hoy peligra, entre otros motivos, por el desinterés o desprecio de Trump. El aniversario del desembarco se celebra en un momento de tensiones entre EE UU y los países europeos por el futuro de la OTAN. El presidente estadounidense ha llegado a amenazar con abandonar la organización militar, fundada en la posguerra mundial. Procedente del Reino Unido e Irlanda, Trump aterriza en Normandía, símbolo del sacrificio estadounidense por la libertad de Europa, con la bandera del «America first» (América primero).

Encuentro con Theresa May

La jornada, para Macron, comenzó con una ceremonia con la primera ministra británica, Theresa May, para poner la primera piedra de un memorial británico en Ver-sur-Mer. Es uno de los actos oficiales de May antes de su anunciada dimisión como líder del Partido Conservador, este viernes. Y, de nuevo, el simbolismo del desembarco, en el que miles de británicos entregaron la vida en una operación que acabó con la expulsión de Francia del ocupante alemán, ofrece un contraste con las tensiones por el Brexit, la salida del Reino Unido de la UE.

Después de la ceremonia de Trump y Macron en el cementerio americano, ambos líderes mantendrán una reunión bilateral y un almuerzo en Caen, capital del departamento de Calvados. La reunión y el almuerzo serán el único encuentro diplomático —no únicamente de carácter memorial— de la efeméride. Hace cinco años, el 70 aniversario del desembarco fue la ocasión de una cumbre informal sobe Ucrania en la que participaron, además de los líderes francés y británico, el presidente de EE UU, Barack Obama, su homólogo ruso, Vladímir Putin, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko.

El tono es más apagado en 2019, uno de los últimos aniversarios en los que todavía habrá veteranos del desembarco en las playas de Utah, Omaha, Juno, Sword, Gold. Sentados detrás de Trump y Macron, una treintena de supervivientes les escuchaban. El presidente francés condecoró a cinco con la Legión de Honor, la más alta distinción de la República Francesa. El mar de cruces —y algunas estrellas de David— en el cementerio de Colleville-sur-mer, donde yacen los restos de 9.388 estadounidenses, son un testimonio de la permanencia de un vínculo profundo e indeleble, pese a todo.

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