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“Si no hay elecciones democráticas en Argelia puede haber violencia”

El director de TSA, el sitio digital argelino más leído, explica los grandes retos que se presentan para el país

El periodista Lounes Guemache, de 45 años, es el director de TSA, el sitio digital más leído en Argelia. En un país que se niega aún a conceder visados a la prensa extranjera, TSA se ha convertido en una referencia dentro y fuera de Argelia. Este medio, fundado en 2007 y donde trabajan 12 periodistas, ha recibido 20 millones de visitas en el último mes y ha triplicado su audiencia desde que empezaron las movilizaciones el 22 de febrero.

La entrevista se produce la primera mañana en la que TSA ha podido titular: «Argelia se despierta sin Buteflika pero con muchas incertidumbres». “Abdelaziz Buteflika ha caído, pero el sistema aún permanece», explica Guemache por teléfono desde Argel. «El Ejército se ha alineado al lado del pueblo. Ha ayudado a acelerar las cosas, pero no conocemos con exactitud sus intenciones reales. El jefe del Estado Mayor, Ahmed Gaid Salah, ha dicho el martes que el Ejército va a ayudar a satisfacer las reivindicaciones del pueblo. Esas reivindicaciones son simples: los argelinos quieren una verdadera transición democrática y no otra falsa transición gestionada por el Ejército o el poder solo que con nuevos rostros. El Ejército debe cumplir su palabra y dejar que los argelinos gestionen su futuro”.

La calle pide que se vaya el régimen. ¿Pero puede abandonar un régimen un país en cuestión de semanas o meses? Guemache cree que sí. “Si hay elecciones honestas y democráticas el régimen será expulsado de facto. Los millones de argelinos que han salido a la calle no van a votar a esos que han arruinado el país y apoyado a un presidente autoritario y enfermo. Pero si no hay un proceso electoral democrático, puede haber riesgo de violencia, porque esta vez los argelinos están determinados a obtener una transición”.

Desde fuera de Argelia puede pensarse que los islamistas, que han mantenido un perfil muy bajo durante las movilizaciones, sean quienes recojan finalmente el fruto de las protestas. Guemache asume que los islamistas “son una realidad” en el país. Pero enseguida distingue entre los moderados y radicales. “Estos últimos son poco numerosos, apenas se les ve. Los argelinos no quieren reeditar la experiencia de los años noventa [la década negra que causó más de 150.000 muertos] con el Frente Islámico de Salvación (FIS), las violencias… Ante la ausencia de sondeos, nadie conoce el peso real de los islamistas en el país. El poder agita a menudo esa amenaza. Hay que permanecer vigilantes, pero la única manera de impedir que los islamistas u otros movimientos (Buteflika no es islamista pero instauró durante 20 años un régimen autoritario) confisquen el poder es tener una Constitución clara y con textos que protejan a la democracia”.

El director de TSA tiene claro que las redes sociales han desempeñado un papel fundamental en la movilización. “Las convocatorias para manifestarse han sido lanzadas en Facebook. Los lemas y las reivindicaciones han sido validados y compartidos en las redes. Cada marcha ha sido retransmitida a través de ellas. Nosotros, los medios, nos hemos ayudado de las redes para mostrar la amplitud de la movilización. Gracias a ellas hemos podido cubrir todo el territorio nacional. Sin ellas, imposible”.

Agresión a feministas

Guemache es consciente de que en la gran manifestación del último viernes en Argel a un grupo de feministas les rompieron sus pancartas, donde pedían la eliminación del Código de Familia que discrimina a las mujeres, y las expulsaron de la marcha de forma violenta mientras les gritaban que no era el momento de plantear esa reivindicación. Ellas alegaron que si no es ahora, ¿cuándo? Y esta semana, un argelino residente en Londres pidió en un vídeo, a cara descubierta, que rocíen con ácido a las feministas en las manifestaciones de este viernes. Ese vídeo ha suscitado una ola de solidaridad con las activistas. “El asunto de las feministas agredidas recuerda algo importante: la sociedad argelina está atravesada por divisiones. Los argelinos están unidos contra el régimen, pero no están de acuerdo en todo. Es normal. Todo eso será objeto de un debate, sin tabú ni violencia. De los debates saldrán los textos, las leyes que protejan a todo el mundo”, subraya Guemache.

La caída de Buteflika ha venido acompañada por la detención del constructor Ali Haddad, muy próximo a clan del expresidente, cuando trataba de atravesar la frontera hacia Túnez, y la prohibición de abandonar el territorio. Sobre la posibilidad de que la justicia se utilice como arma de venganza del clan del Ejército sobre el de los Buteflika, Guemache advierte: “La justicia debe ser independiente y hacer su trabajo lejos de los ajustes de cuentas. Hoy en día no está preparada para hacerlo. Tiene que reencontrar su independencia para poder ser creíble”.

En cuanto a la situación económica, el director de TSA la ve “difícil pero no alarmante”. “El petróleo está cerca de los 70 dólares por barril, ese es un buen precio que permite hacer funcionar al Estado. Y, sobre todo, asegurar las importaciones de productos de consumo. Pero hay que actuar rápido. Buteflika ha dejado la economía por los suelos y tiene que volver a arrancar”.

Lo que más ha sorprendido al periodista desde el 22 de febrero es el comportamiento de sus compatriotas. “Hemos descubierto a un pueblo que en realidad nadie conocía: pacífico, con sentido del humor, orgulloso…”.

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