El candidato gubernamental lidera el recuento electoral en Mauritania y proclama su victoria

A la mitad del escrutinio, el general Ghazouani consigue un 50,72% de los votos mientras la oposición denuncia irregularidades

Con la mitad de los votos escrutados, el general Mohamed Ould Ghazouani, el candidato apoyado por el presidente saliente Mohamed Ould Abdelaziz, exministro de Defensa y exjefe del Ejército, lidera el recuento de las elecciones presidenciales celebradas este sábado en Mauritania. Según los datos facilitados por la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), Ghazouani cuenta con el 50,72% de los apoyos frente al 18,47% de su rival Sidi Mohamed Ould Boubacar, prácticamente empatado con el tercer aspirante en liza, el líder antiesclavista Biram Dah Abeid, que logra un 18,24% de los apoyos.

“Hemos alcanzado la victoria”, dijo Ghazouani el sábado por la noche a sus seguidores durante un mitin con tintes triunfales, “y voy a continuar con las reformas”. Sin embargo, a tenor de estos resultados aún es pronto para cantar victoria dado que el ganador necesita más del 50% de los votos para ser proclamado presidente en primera vuelta. Por ello, los cuatro principales aspirantes de la oposición, los citados Ould Boubacar y Biram Dah Abeid junto a Baba Hamidou Kane y Mohamed Ould Mouloud, se mantienen a la expectativa y prefieren esperar a que finalice el recuento y se proclamen los resultados provisionales, lo que está previsto que ocurra este lunes.

“Es una falsedad y una mentira” que Ghazouani pueda proclamarse vencedor todavía, dijo Biram Dah Abeid a Reuters. Tanto él como Boubacar, que compiten por la segunda posición, han denunciado la existencia de “irregularidades”, como la expulsión de sus representantes de algunos colegios electorales, mientras que la CENI ha revelado que no se han producido incidentes significativos. La participación se ha situado en torno al 50%.

Las elecciones celebradas este sábado en Mauritania, un país de 4,5 millones de habitantes, se han desarrollado en general en calma, según la mayor parte de observadores. Está en juego la continuidad del régimen de Mohamed Ould Abdelaziz, quien tras 11 años en el poder no se podía presentar y avaló la candidatura de su delfín Ghazouani, o la llegada de un cambio con la victoria de alguno de los principales aspirantes de la oposición, el ex primer ministro Sidi Mohamed Ould Boubacar, que cuenta con el decisivo apoyo de los islamistas moderados de Tawassoul y del adinerado empresario Mohamed Ould Bouamatou, o el líder antiesclavista Biram Dah Abeid, convertido en la voz de decenas de miles de mauritanos negros que se sienten excluidos de los círculos de decisión.

El general Ghazouani, de 62 años, contribuyó a la llegada al poder de Abdelaziz mediante un golpe de estado hace más de una década y desde entonces se ha mantenido a su lado de forma discreta. Su figura es respetada tanto entre la oposición, que le considera alguien con más capacidad de diálogo que su mentor, como en el exterior, donde se valora su capacidad para haber convertido al Ejército mauritano en un órgano clave en la estabilidad del país, capaz incluso de mantener a raya a los grupos terroristas que abundan en el Sahel en estrecha colaboración con otros países extranjeros.

La oposición ya anunció durante la campaña que si se alcanzaba una segunda vuelta todos sumarían fuerzas para derribar al candidato presidencial. Y ese estrecho margen de menos de un punto porcentual da esperanzas aún a Boubacar y Abeid. Si este último lograra pasar a la segunda vuelta, recibe el apoyo de todos los demás candidatos y se proclama vencedor, algo que muchos analistas consideran casi imposible, el vuelco en la Presidencia de Mauritania sería histórico pues sería la primera vez que un ciudadano negro se pondría al frente de un país dominado desde su independencia en 1960 por la minoría árabobereber.

Por ahora, miembros de las fuerzas del orden han ocupado de manera evidente las calles de Nuakchot en previsión de que la proclamación de resultados provisionales prevista este lunes no sea del agrado de alguno de los dos bandos. La CENI ha pedido prudencia tanto a Ghazouani como a sus rivales para que la contienda electoral no degenere en enfrentamientos.