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Colorear la historia, un filón para los documentales

Producciones internacionales y nacionales han apostado por técnicas de coloreado para dar una segunda vida al material de archivo

«Una de las razones para colorear películas es hacerlas más reconocibles para una generación joven. No veo ningún otro motivo, pero es un motivo muy importante». El historiador británico Antony Beevor contestaba así a EL PAÍS en 2016 tras la presentación de la serie documental España dividida. La Guerra Civil en color, que DMAX estrenó coincidiendo con el 80 aniversario del comienzo de la contienda. Las palabras de Beevor pueden servir para explicar la tendencia que ha cobrado fuerza en los últimos años de añadir color a material histórico grabado originalmente en blanco y negro.

Del año 2009, hace ya una década, datan los 13 capítulos de la serie La II Guerra Mundial en color, ahora disponible en Netflix. Su metraje presenta, restaurados, en color y en alta definición, algunos de los momentos más dramáticos del conflicto bélico, como el ataque de Japón a Pearl Harbor o el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki.

Siguiendo su ejemplo, DMAX se lanzó a producir España dividida. La Guerra Civil en color. Para ella, el canal y la productora Minoría Absoluta trabajaron con material guardado en la Filmoteca Española. De la revisión de 400 títulos originales con más de mil latas de 35 milímetros, lo equivalente a 90 kilómetros de negativos, se seleccionaron los 150.000 fotogramas que fueron coloreados para los tres capítulos de este programa. El proceso de coloreado supuso el trabajo de un equipo de más de 50 profesionales a lo largo de año y medio, según explicó la cadena. El historiador Anthony Beevor participó como asesor de la producción.

Dada la buena acogida, DMAX volvió a zambullirse en un proyecto similar para seguir contando la historia de España en color. El resultado fue la serie de cuatro capítulos España después de la guerra: el franquismo en color, emitida la pasada primavera. La producción abarca en este caso desde la victoria del bando franquista en 1939 hasta la muerte de Franco en 1975. En este caso se revisaron más de 750 títulos de los fondos de la Filmoteca Española, se restauraron más de 180.000 metros de película y se colorearon 300.000 fotogramas en año y medio.

A ellos se sumará una nueva serie documental, titulada Greatest Events of World War II in Colour, para la que se han unido las divisiones de Discovery en Reino Unido, Francia y Alemania y que pretende mostrar en color más grandes momentos de la contienda.

A estas producciones por capítulos se suman largometrajes como Ellos no envejecerán, dirigido por Peter Jackson y que estuvo nominado en 2018 a los premios BAFTA. En él usó material original remasterizado y coloreado obtenido de los archivos del Museo Imperial de la Guerra. La narración de los veteranos que acompaña a las imágenes son testimonios seleccionados entre más de 600 horas de entrevistas y archivos del mismo museo y de la BBC. Porque, como anunciaba su tráiler, «en 1914, el mundo no era en blanco y negro».

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