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Renuncia el ministro de Defensa en funciones de EE UU por un escándalo de violencia familiar

Continuar con el proceso de nominación, ha asegurado Patrick Shanahan, «forzaría a mis tres hijos a revivir un capítulo traumático en la vida de nuestra familia»

El ministro de Defensa en funciones de Estados Unidos, Patrick Shanahan, ha decidido que no aspirará a ocupar el puesto de manera permanente. Así lo ha anunciado en Twitter el presidente, Donald Trump, que ha explicado que Shanahan “no procederá con el proceso de confirmación para poder dedicar más tiempo a su familia”. Trump ha aclarado que se trata de una decisión personal de Shanahan, que lleva desde el 1 de enero como ministro en funciones, pero es al presidente a quien corresponde la prerrogativa de retirar la candidatura. Su retirada se produce en un momento de alta tensión en la crisis con Irán, después de los ataques a petroleros en el golfo Pérsico que el presidente atribuye a Teherán, y mientras el país se enfrenta al periodo más largo de su historia sin un ministro de Defensa titular.

“Recibiría de buena gana la oportunidad de ser ministro de Defensa, pero no a costa de ser un buen padre”, ha dicho Shanahan en un comunicado el martes por la tarde, en referencia a una terrible situación familiar que habría probablemente enfangado la investigación federal y audiencias públicas en el Senado, rutinarias para los miembros del Gabinete, a las que tendría que haberse sometido de haber aspirado a dirigir el Pentágono. Las audiencias ya se habían retrasado, precisamente por la demora en la investigación del FBI.

En sus seis meses al frente del ministerio de Defensa, Shanahan ha tratado de mantener en privado una serie de incidentes graves de violencia en el seno de su familia. Uno de sus hijos fue detenido, cuando tenía 17 años, por dejar a su madre malherida tras golpearla repetidamente con un bate de béisbol, y esta fue arrestada también, un año antes, por golpear a Shanahan. Se trata de dos episodios separados sucedidos hace casi diez años.

“Es desafortunado que una situación familiar profundamente dolorosa y personal de hace mucho tiempo haya sido hecha pública y pintada de una manera incompleta y por tanto engañosa en el curso de este proceso”, ha dicho Shanahan. “Creo que continuar con mi proceso de nominación forzaría a mis tres hijos a revivir un capítulo traumático en la vida de nuestra familia y reabriría heridas que hemos trabajado durante años por cerrar. En última instancia, su seguridad y bienestar es mi más alta prioridad”.

Shanahan habló sobre los episodios, a los que se ha referido como “una tragedia”, en entrevistas con The Washington Post mantenidas este lunes y martes. En noviembre de 2011, cuando Shanahan y su esposa estaban ya separados, uno de los hijos de ambos, William, atacó a su madre con un bate de béisbol, dejándola inconsciente encima de un charco de sangre, con el cráneo fracturado y diversas lesiones internas, según documentos policiales y judiciales citados por el Post.

El padre viajó la madrugada siguiente a encontrarse con su hijo y estuvo con él unos días en un hotel, antes de que el joven se entregara a la policía. Shanahan salió en defensa de su hijo, en un documento que envió a su excuñado, siempre según el Post. “El uso de un bate de béisbol en legítima defensa será probablemente considerado como un desequilibrio en la fuerza”, escribió. “Sin embargo, la madre de Will le acosó durante casi tres horas antes del incidente”.

En una entrevista con el Post, Shanahan asegura que redactó el documento en las horas posteriores al ataque, sin conocer todavía el alcance de las lesiones de su exmujer, para preparar la comparecencia de su hijo ante la justicia. “Francamente, es difícil revivir ese momento y el pasaje es difícil de leer para mí. Hice mal en escribir esas frases”, dice en el diario. El hijo fue condenado a 18 meses en un centro de menores y a cuatro años de libertad condicional, penas ambas que posteriormente fueron reducidas.

Los conflictos con la madre de sus hijos, y su esposa durante 24 años, marcaron la vida de la familia de Shanahan. El padre y los hijos relatan en el Post (que no ha podido recabar la versión de la madre) un comportamiento “crecientemente errático” de la mujer, que culminó en una pelea física en agosto de 2010. Según el relato de Shanahan, este se encontraba tendido en la cama, tratando de conciliar el sueño, cuando su mujer le dio un puñetazo en la cara, seguido de otros en el torso. Después arrojó por la ventana la ropa de su marido y trató de prenderla fuego, según el atestado policial consultado por el diario.

Ella llamó a la policía y aseguró que él la había golpeado en el estómago, algo que él niega. Cuando los agentes llegaron, encontraron a Shanahan con la nariz sangrando y arañazos en el rostro. Acusaron a la mujer de violencia doméstica. Después Shanahan retiró los cargos. A raíz del incidente, los Shanahan se divorciaron. Su expediente de divorcio, según el Post, ocupa 1.500 páginas. La mujer obtuvo la custodia de los hijos (que luego perdería) y se mudó a Florida.

Shanahan, de 56 años, fue un exitoso ejecutivo de Boeing durante más de dos décadas antes de entrar en el Pentágono como viceministro. El 1 de enero fue nombrado sustituto en funciones del dimitido ministro Jim Mattis. En mayo Trump anunció que le nominaba para convertirse en ministro. Tras la renuncia de Shanahan, el presidente Trump ha nombrado a Mark Esper, secretario del Ejército, como ministro en funciones. Pero no ha aclarado si lo nominará para ocupar el cargo de manera permanente. El episodio vuelve a subrayar las dificultades del presidente para ocupar los puestos claves de su Administración. La jefatura de Gabinete y el ministerio de Seguridad Nacional continúan cubiertos por interinos.

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