May inicia en La Haya su ronda exprés para intentar renegociar el acuerdo del Brexit

Tras desayunar con Mark Rutte, se reunirá en Berlín con Angela Merkel y en Bruselas con Donald Tusk y Jean-Claude Juncker

La primera ministra británica, Theresa May, está reunida a estas horas con su homólogo holandés, Mark Rutte, en La Haya, como primera parada de su ronda exprés para intentar ajustar el acuerdo del Brexit ante las dificultades para obtener el apoyo de su Parlamento. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, le ha avisado de que «no hay margen para renegociar» nuevas condiciones de salida de la Unión Europea, horas antes de que ambos se vean en Bruselas para tratar de dar con una fórmula que facilite que el Parlamento británico apruebe el acuerdo de divorcio.

«Sigo convencido de que el acuerdo del Brexit es el mejor y el único acuerdo posible. No hay margen para renegociar, aunque son posibles más aclaraciones», ha indicado Juncker en Twitter. Ante el pelo de la Eurocámara en Estrasburgo, Juncker ha reiterado esta mañana que el acuerdo entre Bruselas y Londres «no se renegociará» y ha dejado claro que los Veintisiete nunca dejarán «tirada a Irlanda, nunca».

Mientras tanto, la dirigente británica ha llegado a la Catshuis, la residencia oficial del primer ministro en La Haya, a las 9.15 hora local y peninsular española, ha posado sonriente para la foto oficial con Rutte y ambos han entrado en el edificio para mantener «un desayuno de trabajo», como lo califica el Servicio Nacional de Información de Holanda.

Por su parte, Rutte ha acudido a primera hora de la mañana en bicicleta a su oficina y ha rechazado hacer comentarios sobre la situación a la prensa que acudió en masa a la puerta de la Catshuis a esperar a los dos dirigentes.

May pospuso ayer lunes la votación del Brexit para evitar una derrota y anunció que visitará esta semana varias capitales europeas para tratar de reabrir el diálogo y obtener concesiones de sus colegas de la UE, especialmente en lo que afecta a la frontera con Irlanda. La decisión se produjo lugar horas después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sentenciase que Reino Unido tiene derecho a parar el Brexit de forma unilateral, sin consenso con los otros 27 miembros.

Sobre el resultado de la cita en La Haya, el ministro de Exteriores holandés, Stef Blok, ha subrayado que cree que «todo se ha dicho ya sobre la frontera con Irlanda» pero ha considerado que «no se puede negar un café a nadie, habrá que volver a escuchar a May y ver con qué propuestas llega».

En un informe presentado ayer, el Tribunal de Cuentas holandés advirtió de que un Brexit duro podría costar a La Haya unos 2.300 millones de euros en gastos extra tanto a nivel nacional como de aportaciones a la UE. May aplazó ayer de forma indefinida la votación en la Cámara de los Comunes sobre el acuerdo, que se había estado negociando durante dos años, después de concluir que los términos actuales no iban a obtener un apoyo suficiente en el Parlamento.

Después de La Haya, May se dirigirá a Berlín para reunirse con la canciller alemana, Angela Merkel, y después a Bruselas. Allí, se verá a las 17.00 hora local y española con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y Juncker recibirá a May a las 19.15.

Tusk ha convocado el jueves a los líderes de la UE a 27 para discutir sobre la situación. «No renegociaremos el acuerdo, incluyendo el backstop (la solución para la frontera de Irlanda introducida por Bruselas), pero estamos dispuestos a discutir cómo facilitar la ratificación por parte de Reino Unido», dijo Tusk ayer lunes al anunciar la cumbre extraordinaria.

La red de seguridad ideada para evitar la vuelta a una frontera dura entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte es uno de los puntos que más rechazo despierta entre los británicos, que ven en este instrumento el riesgo de que Reino Unido quede atrapado en la unión aduanera sin fecha límite.