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Jim Dine repasa su proceso creativo en el Centre Pompidou de Málaga

El artista estadounidense reúne una treintena de obras en una retrospectiva que incluye poemas inéditos ‘pintados’ en las salas

Jim Dine (Cincinnati, Ohio, 84 años) lleva toda su vida representándose a sí mismo inmerso en su proceso creativo. No importa el canal que utilice para conseguirlo —pintura, escultura, grabado o poesía— ni los materiales —un albornoz, un hacha, paja, acero, bronce, acrílico…—, lo que realmente le preocupa es el poder de evocación de los objetos y cómo estos le transportan a distintas etapas de su existencia. Una treintena de sus obras, realizadas entre 1961 y 2016, ilustran ese proceso en la retrospectiva que se ha inaugurado este miércoles en el Centre Pompidou Málaga y que podrá verse hasta el 6 de octubre.

Las obras forman parte de la donación que Dine realizó al Musée National d’Art Moderne, que alberga el Centre Pompidou de París, entre 2017 y 2018, pinturas y esculturas a las que se han sumado cuatro poemas inéditos que el artista ha escrito con carboncillo en las salas del espacio malagueño. Poemas con tachaduras y una composición con cualidades estéticas, como si se tratara de una pintura. «Siempre he bebido, no era alcohólico, pero lo he hecho durante 70 años y creo que ya es suficiente alcohol. Asociaba la escritura con la bebida y temía que si dejaba de hacerlo perdería la capacidad de hacer poesía, pero eso son tonterías. Ahora soy plenamente consciente de lo que escribo y me expreso con más claridad, mi lenguaje se estaba simplificando a causa de la bebida», ha explicado Jim Dine tras recorrer la muestra en la que pueden leerse poemas como Innocence junto a sus esculturas de madera de Pinocho.

«Conozco a Pinocho desde que yo tenía cinco años, es un niño triste. Después de tantos años puedo saber cómo se siente», comenta el artista en declaraciones a la prensa. Dine utiliza la figura del niño al que le crece la nariz cada vez que miente y que está solo en el mundo como una metáfora de la creación, del sentimiento que experimenta el artista al acometer cada obra.

Desde que comenzó su carrera a finales de la década de los cincuenta, con los happenings que realizaba junto a Claes Oldenburg, Jim Dine ha trabajado con objetos cotidianos que ha ido transformando y añadiendo a sus obras, ha comentado Annalisa Rimaudo, comisaria de la muestra que se titula Jim Dine en la colección del Centre Pompidou. Primero fue la ropa, prendas de vestir como albornoces, trajes, zapatos, guantes… que representan la extensión del cuerpo del artista. Después llegaron herramientas de todo tipo, con las que el artista se remite a su infancia porque sus abuelos tenían una ferretería, y que pueden verse en piezas como El viento y herramientas (glosario), de 2009, tres torsos de madera de roble inspiradas en la famosa Venus de Milo, otra de las piezas recurrentes en la producción de Dine.

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