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El boicoteo cultural de Israel que relega a las universidades palestinas

Las autoridades israelíes restringen la concesión de visados a profesores extranjeros en Cisjordania

Frente a la campaña propalestina de boicoteo académico y cultural a Israel para que ponga fin a la ocupación ha surgido un desconocido reverso que limita la actividad académica en los campus en Cisjordania. Una investigación de las ONG Al Haq (palestina) y Adalah (de la minoría árabe israelí) junto con la Universidad de Birzeit revela que las autoridades israelíes están restringiendo desde hace tres años la entrada de profesores universitarios extranjeros o vetan la renovación de los visados de quienes ya cuentan con contratos como docentes. Israel controla todos los accesos desde el exterior a Cisjordania, bajo ocupación militar desde 1967.

El informe conjunto difundido este jueves constata la escalada en el último curso de las limitaciones de paso a los educadores e investigadores llegados del exterior. Una regulación calificada de “oscurantista y arbitraria” obliga a estos profesores a vivir bajo la incertidumbre de sufrir una deportación repentina y tener que abandonar su trabajo académico en Palestina junto con sus familias.

El Ministerio de Educación palestino confirmó en 2018 que, en ocho universidades cisjordanas, 32 de los 64 profesores extranjeros se habían visto afectados por el rechazo en la concesión o renovación de sus visados en los dos cursos. Entre los vetados son mayoría los docentes de origen palestino con pasaporte estadounidense o de países europeos.

Desde mediados de 2016 –tras la oleada de ataques con cuchillos y mediante vehículos que estalló a finales del año anterior en Cisjordania y Jerusalén Este– el campus privado de Birzeit (norte de Ramala), la universidad palestina con mayor prestigio y recinto cultural puntero, ha visto como se incrementan las restricciones. Ningún profesor extranjero contratado en este centro ha recibido visado de Israel en el curso 2018-2019, se asegura en la investigación, salvo aquellos procedentes de programas financiados por Gobiernos extranjeros. Una docena de departamentos afrontan una reducción de plantilla el próximo curso por esta circunstancia.

La profesora asistente de Historia Rana Barakat, doctora en Estudios de Oriente Próximo por la Universidad de Chicago, ha pasado varios meses intentado sin éxito la renovación de su visado para impartir clases y cursos de doctorado en Birzeit. Su enfoque interdisciplinario e innovador, destacan los responsables de la universidad, contribuye junto a la tarea de otros docentes extranjeros a que este campus destaque por la calidad de sus estudios. El pasado enero salió de Palestina tras recibir una beca como profesora visitante en la Universidad de Columbia (Nueva York) durante un trimestre, pero no ha podido regresar aún a su puesto.

Para el rector de Birzeit, Abdelatif Abu Hijleh, “la ocupación israelí está agravando la marginación de las instituciones palestinas de educación superior por las restricciones a las contratación de profesorado extranjero”. “La escalada de recortes de visados”, advierte, “socava la viabilidad de nuestras universidades”. Entre los indicadores que marcan el prestigio de los centros en los baremos internacionales cuenta en gran medida la presencia en el claustro de profesores llegados del exterior.

Los restrictivos visados se conceden en ocasiones para periodos de menos de tres meses, y no para un curso académico completo. Solo son válidos en general para atravesar el paso fronterizo del puente de Allenby, desde Jordania, lo que obliga a los profesores extranjeros a viajar por carretera desde el aeropuerto de Amán, a unos 120 kilómetros, a través de una frontera con dos terminales separadas con estrictos controles y trámites. Antes de recibir el permiso se les pueden exigir depósitos de garantía de hasta 80.000 shequels, unos 20.000 euros.

Esta denuncia se hizo llegar por escrito el 30 de abril al Gobierno israelí, a través del órgano del Ministerio de Defensa que gestiona la ocupación. Los tres firmantes aseguran que no han recibido aún una respuesta a la petición de levantar las restricciones al profesorado internacional y fijar un protocolo claro para la concesión de visados que garantice la libertad académica. Un portavoz oficial israelí ha asegurado a la agencia Efe que la política sobre visados para extranjeros con contrato en universidades palestinas no se ha modificado y que no se ha recibido ninguna carta de denuncia. La ONG Adallah, centro para la defensa legal de los derechos de la minoría árabe en Israel, plantea llevar el asunto ante los tribunales.

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