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El «Blue Monday»del Real Madrid en Vitoria

Fenerbahçe-Real Madrid

Tras su derrota en semifinales, los blancos deberán jugar hoy ante el Fenerbahçe el partido por el tercer puesto en medio de un sentimiento general de tristeza

Dicen que el tercer lunes de enero es el día más triste del año –el «Blue Monday» lo llaman–, aunque para el Real Madrid esa jornada luctuosa se trasladó a este fin de semana. El partido por el tercer puesto, que disputan los dos perdedores de las semifinales es quizá el peor momento de la Final Four. Un choque que nadie quiere jugar y que todos, menos la Euroliga, querrían eliminar. Se quejan los protagonistas cada año, porque no aporta nada. Ni siquiera el triunfo sirve de consuelo tras el mazazo del viernes.

«Este partido no debería jugarse. Lo hemos dicho muchas veces, pero no está en nuestras manos quitarlo, así que no queda otro remedio que jugarlo y, a partir de ahí, pensar en el futuro». Las palabras de Felipe Reyes sonaban graves. Más de lo habitual. Su ausencia en el partido ante el CSKA no han dejado indiferente al capitán, que ayer mostraba su decepción ante los medios. «Duele perder, como lo hicimos, y me duele quedarme sin jugar. Yo quiero jugar y soy inconformista. He disputado muchos partidos como el de ayer a lo largo de mi carrera y lo que me gusta es estar ahí, en la cancha. Pero bueno, es lo que hay. Yo intento hacer todo lo posible para cambiar mi situación y ya me llegarán los minutos».

La seriedad era la nota habitual en un vestuario al que solo le queda la Liga para no acabar en blanco la temporada. Sería la primera vez en la era Laso, donde siempre se ha sumado al menos uno de los tres títulos importantes.

Cuando termine el partido ante el Fenerbahçe (17.30 horas, Movistar+ Deportes) será el momento de pensar en la ACB. La última bala para no quedarse sin alegrías en 2019. «No podemos decir que la Liga sepa a poco. Ningún título sabe a poco, ni siquiera la Supercopa. Ganar la Euroliga es muy complicado y no haber logrado aquí el triunfo no es un fracaso», afirmaba Campazzo, abatido por la derrota ante el CSKA.

Laso, que se confesaba incapaz de motivar a sus jugadores para esta final de consolación, sí buscaba ayer resortes para activar al equipo pensando en el martes, cuando visitarán al Valencia Basket en la penúltima jornada de la ACB. En la Fonteta pondrán el liderato en juego. Una posición que es clave mantener para contar con el factor cancha en playoffs. Un impulso hacia el único título que puede adornar las vitrinas del club esta temporada.

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